Trastornos alimentarios desde la TBE

Hoy quiero hablaros de los trastornos alimentarios desde la Terapia Breve Estratégica ya que desde esta modalidad, tenemos una perspectiva diferente de los trastornos en general.

No vemos enfermedades, poniendo un diagnóstico o etiqueta. Es cierto que a veces alivia mucho darle un nombre y sentido a lo que te pasa, así como darle la importancia que tiene a nivel de gravedad en ese diagnóstico… Si bien, bajo el prisma de la TBE se considera que esa etiqueta nos enjaula y condiciona con la profecía autocumplida (dícese de esa predicción que, una vez hecha, es en sí misma la causa de que se haga realidad.​..). Para evitar que nuestrxs acompañadxs se queden en la idea de «Como tengo un TCA, soy así…» les ayudamos a que se relacionen con su realidad de una forma más funcional. Es decir, nos centramos en los problemas que las personas nos presentan y nos centramos en las soluciones que han intentado para resolverlos. Utilizamos una lógica no ordinaria y buscamos entender el sistema perceptivo-reactivo según el cual la persona percibe el mundo de una forma determinada y actúa en consecuencia a ello.

En concreto en los trastornos alimentarios, hacemos una clasificación diferente a la tradicional en el DSM (manual diagnóstico de enfermedades mentales):

  • Anorexia
  • Bulimia
  • Vomiting
  • Binge eating

En todos hay un elemento de control, por falta o exceso.

Recuerda que: El exceso de control hace perder el control o la percepción que se tiene de él.

Anorexia: Exceso de control «con éxito», abstinencia de la comida y las sensaciones placenteras

En la anorexia se da una abstinencia de la comida y de las sensaciones placenteras en general y un control compulsivo de la comida basado en una fobia. Entendemos fobia como miedo irracional a algo, en este caso puede ser a: miedo a engordar, miedo al alimento per se, miedo a perder salud (aquí la línea es muy fina con la ortorexia del DSM), miedo a perder su estatus, miedo a no ser reconocida, miedo a dejar de ser importante, miedo a dejar de controlar, miedo a que todo lo demás de su vida se desmorone si deja de controlar la comida, miedo a no soportarse a sí misma ni la imagen que le devuelve el espejo… Empieza por un miedo a engordar y de tanto controlar y tener éxito, acaban temiendo a la comida en sí misma y no se permiten disfrutar de ella. Por ende, acaba limitando todas las sensaciones placenteras en su vida de forma que deja de salir con amigos o familia, no tiene relaciones sexuales, no realiza actividades que le gusten porque su mundo se reduce a controlar lo que come y se ejercita.

La anorexia es como una armadura que inicialmente te protege de la guerra, pero que de tanto miedo que tienes no eres capaz de quitártela en casa y estar tranquila sin esa protección férrea nunca, tanto que te anestesia tu propia corporalidad y dejas de sentirla y solo sobrevives hasta «desaparecer»…

Describimos dos tipos, las sacrificantes y las abstinentes, vamos a analizar ambas:

  • «Tipo 1: Sacrificantes»: Se desarrolla en relación al contexto familiar única y exclusivamente. El trastorno tiene una ventaja secundaria en la que sus síntomas pueden tener una función en el contexto familiar como por ejemplo: desplazar la atención de la enfermedad de un pariente, que sus padres no se separen y estén de acuerdo en algo…
  • «Tipo 2: Abstinentes»: Se desarrolla en relación a sí misma. Suelen abstenerse de la comida, hacen dieta y ejercicio de forma rígida. Dentro de esta categoría, hay que distinguir entre las que viven con la familia porque son adolescentes y las adultas que tienen su vida organizada en función de su problema con la comida. Logran sobrevivir porque consiguen un equilibrio y viven con el mínimo de calorías, es un proceso de homeostasis.

En ambas, tenemos que indagar qué soluciones intentan realizar ellas mismas para resolver su problema y cambiarlas por otras más funcionales. El principio básico que empleamos es el de volver a recuperar el placer de comer, poco a poco y poder empezar a soltar el control entendiendo que lo contrario del control no es el descontrol, sino la autoregulación y el equilibrio. Al respecto de esta problemática, recomiendo muchísimo leer el libro de ¡Rehabilitación, Reprogramación, Recuperación!: Cómo Recuperarse de Anorexia para el Adulto Decidido.

Quiero explicar la diferencia principal entre la Anorexia y Ortorexia. Entendemos la Ortorexia como la obsesión por la comida «saludable» de forma irracional, la cual genera unos miedos y necesidad de control de los alimentos (puedes leer más aquí) hasta el punto de dejar de comer muchísimos alimentos y acabar en desnutrición) es que la primera se basa en el miedo a engordar y en la segunda se basa en el miedo a enfermar. Aquí se da la paradoja de «perder la salud de tanto buscarla».

Bulimia: compulsión irrefrenable por comer, por el placer de engullir y consumir comida

En la bulimia, en Terapia Breve Estratégica no incluimos los casos de personas que comen y vomitan como acto de compensación, a diferencia del DSM. Distinguimos tres tipos, dentro de los cuales no se realizan acciones purgatorias:

  • «Bulimia botero»: (Debo decir que el concepto que se utiliza originariamente en la TBE me resulta gordófobo porque las personas con alto índice de grasa no lo están por comer mucho o demás solamente ya que influyen muchísimos factores en el metabolismo humano y esto es importante remarcarlo). Este tipo de «bulimia» es el de las personas que comen de forma desmesurada única y exclusivamente por placer (y/o desconexión con su cuerpo y/o abandono por sentir demasiado difícil llevar un estilo de vida «saludable» tal como le han enseñado). A estas personas les apasiona comer y disfrutan tanto que no piensan en nada más. Suelen llegar a consulta cuando el médico les recomienda ir a un psicólogo para cambiar su relación con la comida por su salud. Son personas que no se fijan en su físico porque lo que más les gusta es disfrutar comiendo. Bajo mi experiencia clínica, no he tenido ningún caso que este sea el único problema de base sino que su disfrute por la comida es uno más de los propiciatorios del TCA y siempre hay una concienciación y preocupación por la salud (por lo menos cuando llegan a nuestra consulta).
  • «Bulimia alcachofa»: Las personas tienen un problema de base detrás (puede ser físico o emocional) que no saben o no quieren o no pueden gestionar y para calmar esas emociones (tristeza, rabia, ansiedad, frustración…), comen. Normalmente al detectar ese problema de base y tratarlo, conseguimos avanzar mucho en el problema con la comida. Pero en la base experiencial, no suelen darse en exclusividad esta problemática. A esto es como se le malconoce tradicionalmente al «hambre emocional», te recomiendo leer este artículo del blog donde recoloco de una forma más digna el concepto.
  • «Bulimia yo-yo»: Es el más habitual, son personas que alternan una dieta estricta con un período de descontrol total en el que engordan el triple de lo que habían perdido en la dieta anterior. Por ese mismo motivo, vuelven a ponerse a dieta estricta y así se cierra el círculo vicioso eterno. Por eso siempre hablo de la cultura de la dieta y los beneficios económicos que ésta genera. Tenemos muchas herramientas para tratar este problema que es tan prolongado en el tiempo que ya se ha perdido la fe en uno mismo, se sienten frustrados e impotentes por tantos intentos que ya no saben pensar en nada más que en su peso. Aquí hay que trabajar en perder el miedo a volver a comer sin listas de alimentos y cantidades pautadas. Encontrar un estilo de vida que les haga felices y sea fácil de sostener y mantener en el tiempo. Para ello recomendamos la Psiconutrición ya que tienen que volver a encontrar una autoregulación corporal y restructurar muchos mitos, miedos irracionales que les han impuesto anteriores nutricionistas (o supuestos) y entender cuales son las soluciones intentadas del pasado que les han llevado a la problemática del presente para no repetirlas.

Vomiting: Comer para vomitar, una compulsión basada en el placer

En el vomiting, encontramos un proceso inicial en el que el miedo a engordar, le hace recurrir a vomitar como solución intentada. Al principio funciona como estrategia para no engordar pero poco a poco esa sensación de liberarse cada vez que vomita acaba enganchándola de forma que no puede dejar hacerlo de forma compulsiva. Es una compulsión basada en el placer ya que busca sentir sensaciones: primero buscar y anticipar el deseo de comer todo aquello que le apetezca, después llenarse comiendo hasta que no puede más para finalmente, librarse de toda la comida y descargar. Podríamos hacer un símil del acto sexual. Sus inicios pueden venir de una anorexia y por lo tanto intentará no comer lo máximo posible, o no comer de esos alimentos que no están permitidos en su lista mental… pero cuando pierda el control, desembocará en un atracón con su consiguiente vómito para poder adelgazar o no asumir las consecuencias de esa ingesta… O puede venir de una base de bulimia y comerá todo lo que le apetezca (por placer, o cuando tenga un problema determinado o cuando venga de una dieta estricta) y después no tendrá más remedio que vomitar para mantener el peso. Como en este caso el elemento de base es el placer, tenemos que revertirlo y convertir el vomitar en una tortura para que deje de ser una compulsión.

Trastorno por Atracón o Binge eating: alternancia continua ayuno/atracón, control/pérdida de control

En el binge eating o trastorno por atracón, se da una alternancia entre ayuno o restricción total y comilona o atracón. Es una evolución de la bulimia tal como se describe en el DSM. La restricción es la que lleva de forma inherente al atracón. Al principio, puede darse el atracón forma programada teniendo en cuenta que tiene una fiesta o un cumpleaños, etc. o incluso que de muy pequeñxs se los dieran a escondidas al haberles prohibido sus referentes comer «x» alimentos. Progresivamente, el control inicial que tienen sobre estos momentos puntuales se descontrola y al final son más atracones que ayunos y no lo pueden evitar. En este caso no hay purga (en general), su compensación es el ayuno, el cual deriva en otro atracón. Su principal miedo es el de descontrolarse y volver a tener un atracón. Como solución clave, tenemos que centrarnos en el ayuno, temer al ayuno porque es el predictor del atracón. Insertamos un miedo mayor. Puedes leer más sobre los atracones aquí.

Espero poder ayudar a muchas personas que los sufren…

¡Gracias por leernos!

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